¿POR QUE PEDIR Y ESPERAR UN AVIVAMIENTO?
¿POR QUE PEDIR Y ESPERAR UN AVIVAMIENTO?
¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti? Salmo 85:6
Muchos pensamos en el avivamiento como una opción, como que si llegara este a nuestras vidas pues sería bueno pero si no llegara es porque Dios no quiere, esta forma de pensar es un tanto tonta, si realmente supiéramos y estuviéramos consientes de lo que un avivamiento genuino es, ni siquiera consideraríamos nuestra vida sin vivirlo.
Un avivamiento genuino es lo único que puede lograr volver el corazón de un pueblo que se está perdiendo en la oscuridad a Dios, es lo único que puede sensibilizar a los creyentes que tienen un corazón cauterizado y una conciencia entenebrecida para poder ver la santidad de Dios y así estar consientes de su necesidad por ser santificados. Un avivamiento genuino es lo que puede traer un cambio a nuestra sociedad donde día a día la violencia, la insensibilidad y el deleite sensual reina.
Es por eso que la iglesia debiera estar pidiendo desesperadamente un avivamiento genuino, donde todo el pueblo de Dios se movilice y se centre la mirada en Jesús, y no en el hombre, donde los programas y métodos sean hechos a un lado para que El Espíritu Santo se mueva como él quiera. Donde la gente vuelve a anhelar sustancia verdadera de la palabra, y no un show cristiano con buena música y entretenimiento para pasar un buen rato el domingo.
Debemos de esperar un avivamiento, porque es una promesa de Dios, el dijo que la tierra entera seria llena del conocimiento de Dios (Habacuc 2:14) , que su Espíritu descendería sobre toda carne y veríamos señales y prodigios (Joel 2:28). Debemos esperar un avivamiento, con una expectación santa, donde cada día anhelamos que El venga y haga algo en nuestra vida, familia, ciudad y congregación.
Debemos esperar un avivamiento por que día a dia el termómetro marca que lo necesitamos, tanta violencia, tanto narcotráfico, tanta lucha entre el mismo gobierno, nos indican que es el tiempo indicado para pedir y esperar por una nueva visitación, por un nuevo despertar.
Sencillamente debemos pedir y esperar un avivamiento, por que El Espíritu Santo nos anhela celosamente. (Santiago 4:5)
Vamos, pídele al Espíritu Santo que inquiete tu vida, poniendo en ella un vivo deseo de avivamiento, provocándote a unirte a las voces que pedimos por uno y a aquellos que día a estamos expectantes por ver su mover y derramar como no lo hemos experimentado aun.